Visión y Misión

Visión.
Ser líder en la orientación y fortalecimiento de las familias dentro y fuera de la iglesia en la República Dominicana.

Misión.
Orientar a los miembros de la familia en el concepto de la verdadera relación y responsabilidad familiar para tener un hogar saludable, a través de la palabra de Dios.

Versículo del día

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viernes, 16 de agosto de 2013

Verbaliza tu Amor a tu Esposa, Tim LaHaye, libro: Manual del Temperamento

Después de cinco o diez años de matrimonio, el marido es responsable del 80 por ciento o más de la auto-aceptación de su esposa. Esto es más importante de lo que muchas personas llegan a darse cuenta, porque si una persona no se ama y acepta a sí misma tendrá mucha dificultad en poder aceptar y amar a otros. Y la mejor manera en que un hombre ayudará a que su esposa consiga la auto aceptación será dándole la seguridad verbal de su aceptación y amor. En lugar de protestar por sus debilidades y criticarla continuamente, debería comentar positivamente acerca de sus fortalezas. Ello enriquece la auto-estima y la motiva a intentarlo aun más intensamente. Algunas personas mal aconsejadas tienen miedo de actuar de esta manera, pensando que esto la hará dormirse en sus laureles.
Precisamente lo opuesto es lo cierto. Las mujeres prosperan en la aprobación, los cumplidos, el amor. La desaprobación y la humillación destruye, la aprobación enriquece. El hombre que desea una esposa que tenga una buena imagen de sí misma puede ayudarla a ser de esta manera.
Es importante regalarle joyas y regalos y proveerle de otras expresiones atentas y tangibles de tu amor. Pero nunca dejará de tener la necesidad de oír: "¡Querida, cuánto te quiero!", o "Querida, cómo me gusta como haces... "

domingo, 28 de julio de 2013

Doce Mandamientos Para los Padres

1.- Diga lo que piensa y piense lo que vaya a decir: exprese en forma directa y en sus propias palabras lo que siente. Sus hijos tienen derecho a saberlo.

2.- Siempre diga la verdad: diga la verdad aun cuando sepa o crea que sus hijos se sentirán lastimados al saberla. Usted espera que su hijo sea también veraz. 

3.- Sea siempre el mismo: los jóvenes necesitan de alguien fuerte de quien depender, especialmente en momentos críticos. Al observar que usted es consecuente, ellos podrán apoyarse en usted.

4.- Respalde con sus actos lo que dice: no les diga una cosa, mientras que tiene otras reglas para usted. Sea el ejemplo.

5.- Cumpla su palabra: si dice “no” que sea “no”. Si dice “si”  que sea “sí”. Tome decisiones en las cuales sus hijos puedan confiar.

6.- Exprésese claramente: la mayoría de los problemas familiares son causados por algo que no ha sido dicho con claridad, algo que es una suposición y que no ha sido discutido satisfactoriamente.

7.- Cumpla siempre sus promesas: nunca prometa algo que no tiene intención de cumplir. Si las circunstancias le impiden cumplir una promesa, explique claramente las razones que lo impiden.

8.- Pida perdón: los padres no son perfectos. Nunca trate de justificar sus faltas y equivocaciones. Admita sus errores. Si usted comete un error de juicio pida perdón.

9.- Consulte con sus hijos: los hijos tienen un sentido de comprensión más profundo de lo que se les concede. Solicite sus ideas. Pregúnteles sus opiniones. Siéntase orgulloso del amor y la comprensión que ellos le profesan.

10.- Discipline impulsado por su amor: nunca discipline a sus hijos impulsado por la ira. Si amenaza con castigarlos y no lo hace, lo que logra es confundirles. Piense en cómo va a disciplinarlos antes de actuar.

11.- Confíe en sus hijos: concédales alguna libertad. Si usted les demuestra que confía en ellos, ellos responderán en forma confiable. Si confía en ellos, ellos confiaran en usted.


12.- Manifiesten los padres su amor mutuo: el mejor regalo que los padres les pueden dar a sus hijos es un ejemplo de amor mutuo. Los hijos aprenden acerca de lo que es verdadero amor viéndolo en el ejemplo de sus padres.

viernes, 12 de julio de 2013

El Abuso de Sustancias en los Niños - Artículo 3

Con el Comportamiento, los padres podrían notar si su adolescente o preadolescente está usando drogas.
Los expertos en problemas de sustancias en los adolescentes han identificado una evolución frecuente de alcohol y las conductas relacionadas con la droga que va de mal en peor. Si bien no es una conclusión inevitable de que todo el que experimenta con las drogas pasará a las peores etapas de la participación, un niño puede incurrir en una gran cantidad de daño antes de que los padres u otras personas se den cuenta de que algo anda mal. Comportamiento reservado de los adolescentes y la mentira hábil, junto con la negación parental ("Nadie en nuestra familia podría tener un problema de drogas"), puede retrasar la identificación del problema. Mientras que la paranoia y diariamente inquisiciones alrededor de la mesa del desayuno son contraproducentes, los padres sabios se mantienen con los ojos y los oídos abiertos y toman medidas inmediatamente si ven señales de que un problema puede estar desarrollándose.

Primera etapa: Experimentación - entrando por la puerta de las drogas.

Características:
- El uso es ocasional, esporádico, a menudo no se planificada - fines de semana, noches de verano, fiestas sin supervisión.
- El uso se precipita por la presión de grupo, la curiosidad, la búsqueda de emociones, el deseo de verse y sentirse adulto.
- De entrada se utilizan generalmente - cigarrillos, alcohol, marihuana, posibles inhalantes.
- Una droga fuerte es más fácil de experimentar porque la tolerancia no se ha desarrollado.

Los padres pueden notar:
- El tabaco y el alcohol en el aliento o el comportamiento de embriaguez.
- Pocos cambios en el comportamiento normal entre los episodios de consumo de drogas.

Segunda etapa: El uso más habitual de drogas - dejando la tierra de los vivos.

Características:
- El alcohol y otras drogas se utilizan no sólo los fines de semana, sino también entre semana, y no sólo con amigos, sino también cuando se está solo.
- Las cantidades de alcohol y drogas aumentan a medida que se desarrolla la tolerancia, las resacas se vuelven más comunes.
- Apagones - Períodos de tiempo en el que las drogas o el alcohol impiden recuerdos normales de formación. Puede ser "¿Qué pasó anoche?" se convierte en una pregunta frecuente.
- Más tiempo y atención están enfocados en cuándo ocurrirá la próxima experiencia de la droga.
- Bebedores Compañeros / usuarios de drogas se convierten en compañeros preferidos.

Los padres pueden notar:
- Su hijo o hija va a estar fuera de la casa tarde en la noche, durante la noche o el fin de semana.
- Ausencias escolares sin explicación y deterioro del rendimiento escolar.
- Actividades fuera como los deportes  descartados.
- Disminución de contacto con amigos que no usan drogas.
- Desaparición de dinero u otros objetos de valor.
- La retirada de la familia, y una actitud cada vez más oscura y hostil.
- El usuario se ve atrapado en una o muchas mentiras.

Tercera etapa: La cintura en el lodo de la adicción y hundimiento.

Características:
- El alcohol y las drogas se convierten en el principal foco de atención.
- Drogarse es un hecho cotidiano.
- La voluntad de probar las drogas o combinaciones de drogas más peligrosas.
- Más dinero se gasta cada semana en las drogas. El robo o la negociación pueden convertirse en parte de la conducta de búsqueda de drogas.
- Aumentar el aislamiento social y la pérdida de contacto con los no amigos consumidores de drogas. Más uso de drogas en forma aislada, en lugar de en fiestas o con otros usuarios.

Los padres pueden notar los comportamientos mencionados anteriormente, más:
- El aumento de los conflictos en el hogar.
- La pérdida de casi todo el control del adolescente.
- Posible descubrimiento de un alijo de drogas en casa.
- Arresto (s) por posesión de y / o vender drogas o por conducir en estado de ebriedad.

Cuarta etapa: Hundimiento en la adicción.

Características:
- Constante estado de embriaguez. Estar drogado es rutinario, incluso en la escuela o un trabajo (aún si el usuario molesta al asistir).
- Los Apagones aumentan en frecuencia.
- Apariencia física se deteriora, con notable pérdida de peso, infecciones, y en general pobre auto-cuidado.
- Medicamentos inyectables pueden ser parte de la rutina de los usuarios.
- Participación en las relaciones sexuales ocasionales, a veces a cambio por drogas.
- El usuario probablemente se involucre con  robo, comercio y otras actividades delictivas.
- La culpa, odio a sí mismo y los pensamientos de suicidio aumentan.

Los padres tienden a tratar con:                                 
- La pérdida completa de control de la conducta y el aumento de los conflictos de los adolescentes, posiblemente hasta el punto de la violencia.
- Negación continúa por el usuario de que las drogas son un problema.
- El aumento de problemas con la ley y el tiempo dedicado a la policía, los abogados, las audiencias, los funcionarios judiciales, etc
- Otros hermanos son afectados negativamente debido a que la familia está preocupada o abrumada por las consecuencias de la conducta del consumidor de drogas.

Este descenso a los infiernos de drogas es una pesadilla que ningún padre imagina mientras que mece a un bebé recién nacido o escoltando un ansioso niño de 5 años al preescolar. Pero puede suceder en cualquier barrio, cualquier iglesia, cualquier familia, incluso cuando los padres han proporcionado un ambiente familiar estable y amoroso. De hecho, es a menudo en este tipo de viviendas que el problema de las drogas no se detecta hasta que se haya alcanzado una etapa avanzada y peligrosa ¡Esto no puede estar pasando, no en mi casa! Pero si pasa, la culpa de los padres, la ira y la depresión pueden socavar las respuestas necesarias para restaurar el orden.


Adaptado de la Guía Completa de Salud de la Familia, Nutrición y Bienestar, un enfoque en el libro de familia publicada por Tyndale House Publishers, Inc. Copyright © 2006 Tyndale House Publishers, Inc. Todos los derechos reservados. Derecho de autor internacional asegurado. Usado con permiso.

El Abuso de Sustancias en los Niños - Artículo 2

¿Cuáles son los factores que influyen sobre los niños a probar las drogas o a evitarlas?

Hay varios factores que pueden ejercer una influencia significativa sobre quién pruebe y quién no pruebe las drogas:

Atractivo de drogas. Fumar y beber son ampliamente promovidos como los hábitos que gozan las personas sofisticadas, atractivas, sexys, amantes de la diversión – en lo que la mayoría de los adolescentes anhelan convertirse. Las drogas ilegales son "anunciadas" por los usuarios en un grupo de amigos adolescentes.

El placer inducido por las drogas. Si el consumo de drogas no fuera agradable, sería relativamente fácil mantener a los niños separados de las sustancias nocivas. Pero la realidad es que muchos niños disfrutan de su forma de sentir las drogas – aunque sea  por un rato.

Las actitudes de los padres sobre el tabaco, el alcohol y otras sustancias. Los niños hacen lo que ellos viven. Fumar, Tomar y otras drogas relacionadas con las conductas de los padres, por lo regular se reflejará en sus hijos.

Disponibilidad de las drogas. Encontrar drogas no es difícil para los niños y adolecentes en las mayorías de las comunidades, pero las normas locales más severas pueden ayudar a mantener las drogas fuera de determinadas manos.

La presión de grupo. Los grupos juegan un papel muy importante en cada etapa del niño o adolescente en cuanto a experiencia sobre drogas - ya sea resistirse a ellas, experimentar convirtiéndose en un usuario o confrontar retirarse y recuperarse. La necesidad de aceptación en los grupos es especialmente fuerte en los primeros años de la adolescencia y puede anular (o por lo menos es un serio desafío) los valores y compromisos de una persona joven. "Sólo decir no" puede no significar mucho cuando al fumar, beber o tomar drogas determina quien está incluido entre las filas de gran prestigio del círculo interior del grupo.

Hay tres implicaciones obvias:
En primer lugar, es importante que los niños encuentren su lugar en el o los grupo correctos, entre los amigos que no sólo están comprometidos con valores positivos (incluyendo un estilo de vida libre de drogas), pero también participar en actividades agradables y que valgan la pena.

En segundo lugar, puede que tenga que intervenir en caso de que su hijo adolescente (sobre todo en los primeros años de la adolescencia) esté saliendo con la gente equivocada.

Finalmente, los niños y adolescentes con una identidad estable, saludable y un sentido apropiado de la independencia serán más resistentes a la presión de grupo.

La Curiosidad. A menos que su familia viva en total aislamiento, su hijo tendrá conocimiento sobre tabaco, alcohol y consumo de drogas mucho antes de la adolescencia ya sea que lo hayan tratado en la escuela, viendo la televisión y el cine, o la observación directa. Algunas curiosidades son inevitables: ¿Qué significan estas cosas?

Que esto lo conduzca probar dependerá de la mentalidad de la persona, y que lo lleve a la adicción, a su vez, dependerá de las respuestas físicas y emocionales a la sustancia en particular.

En busca de emociones. Este deseo de emoción está en todos nosotros, en algún grado, y es lo que nos impulsa hacia ciertas actividades: paracaidismo, montañas rusas, películas (en imágenes y sonidos son más grandes que la vida), fuegos artificiales, eventos deportivos, etc. Algunas de ellas son más riesgosas que otras, pero ninguna requiere la alteración química de los sentidos a que se cumplan.

Por desgracia, muchos niños y adolescentes buscan experiencias con drogas para producir emociones que la vida normal y la conciencia no pueden duplicar. Algunos observadores han argumentado que este deseo de alterar la conciencia es universal, conectadas en los seres humanos tanto como el deseo por la comida, y tratar de evitarlas es tan inútil como tratar de barrer el océano con una escoba. Asumiendo que esto es el caso (que es ciertamente discutible) no significa, sin embargo, que todas y cada una las formas de búsqueda de emociones debe dársele rienda suelta. Un número de otros instintos humanos no son menos universales, pero casi virtuosos: orgullo, codicia, ambición de poder, el deseo de dominar a otras personas, la lujuria, el egoísmo, etc.

La Rebelión. Hijos descarriados pueden involucrarse en el consumo de tabaco, alcohol y drogas como una muestra de la independencia de las normas y los valores familiares.

Escapar de la vida / alivio del dolor. Para muchas personas - de hecho, para la mayoría de personas en el mundo - la vida es simplemente dura, y la conciencia normal de vigilia trae un flujo constante de los lugares desagradables, olores, sonidos y sensaciones. La perspectiva de un "tiempo de espera" químico puede parecer muy atractivo. Además, incluso cuando una persona tiene un montón de comodidades, el clima emocional que prevalece todavía puede ser turbulento: niños y adolescentes suelen sentirse ansiosos, enojados, deprimidos, abrumados, estresados, aburridos e insatisfechos.

Si uno está arruinado o rico y famoso, las drogas que provocan la relajación, estimulación o pura evasión pueden ser atractivas. La resistencia contra el abuso de drogas por lo tanto surge de un sentido permanente de la alegría y satisfacción que trasciende las circunstancias. Estas actitudes se adquieren normalmente, no innata. Experiencias positivas tempranas en la familia y una relación activa, abierta y despierta con Dios juegan los papeles más importantes de moldeo de tales actitudes.

La convicción de que "no me puede pasar a mí", o de que las consecuencias no importan. Muchos adolescentes y adultos jóvenes son propensos a asumir su propia invulnerabilidad o la inmortalidad, tomar decisiones miopes, o caso omiso de las advertencias más fervientes unos escollos y peligros de la vida con una sonrisa o el pronunciamiento desafiante "no me importa". Arrojando esta perspectiva, aprendiendo a sopesar las consecuencias y a adoptar una visión a largo plazo de la vida, son partes normales de maduración hasta la edad adulta. Desafortunadamente, algunos que llegan a  involucrarse demasiado en el uso de drogas permanecen atrapados en una mentalidad autodestructiva inmadura.

Adaptado de la Guía Completa de Salud de la Familia, Nutrición y Bienestar, un enfoque en el libro de familia publicada por Tyndale House Publishers, Inc. Copyright © 2006 Tyndale House Publishers, Inc. Todos los derechos reservados. Derecho de autor internacional asegurado. Usado con permiso.

El Abuso de Sustancias en los Niños - Artículo 1


Es una triste realidad que la gran mayoría de las personas que se convierten en adictos al tabaco, al alcohol y las drogas toman su primer contacto, ya sea calada, masticada, saboreada, inhalada o inyección cuando son jóvenes, a menudo, muy joven. Peor aún, en las últimas décadas, el abuso de sustancias se ha extendido entre los niños y pre-adolescentes.

Desde tiempos anteriores esta epidemia se propaga sin importar las fronteras étnicas, económicas, geográficas, educativas, religiosas o familiares. Mientras que nuestra nación y nuestras comunidades la contienen, ésta es una prioridad relevante, no podemos apoyarnos únicamente en el gobierno, la ley, la educación, o incluso programas de la iglesia para evitar que se mueva en la puerta de nuestra propia casa.

Ningún niño es inmune a la epidemia de las drogas (A lo largo de esta sección, a menos que se indique lo contrario, la palabra  droga o drogas, se utiliza para indicar cualquier sustancia potencialmente dañina: Tabaco, alcohol, medicamentos recetados o drogas ilegales). Usted debe trabajar diligentemente durante los próximos años  para que sus hijos sean “libres de drogas”. Este proyecto implica varias tareas que no se pueden abordar al azar.

En primer lugar, usted debe entender lo que atrae a los niños hacia las drogas. También necesita información básica sobre las sustancias que se encuentran prevaleciendo actualmente en su vecindario. Usted debe familiarizarse con las señales de que un problema de drogas podría estar desarrollándose en su casa. Por último y lo más importante, usted debe estar preparado para tomar medidas preventivas a largo plazo y para responder apropiadamente si una o más de estas toxinas penetraran las defensas de su familia.


Adaptado de la Guía Completa de Salud de la Familia, Nutrición y Bienestar, un enfoque en el libro de familia publicada por Tyndale House Publishers, Inc. Copyright © 2006 Tyndale House Publishers, Inc. Todos los derechos reservados. Derecho de autor internacional asegurado. Usado con permiso.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Serie: ¿Hablamos? - Artículo 4. El significado de las palabras, Por: Sixto Porras y Maritza Ulate


La buena comunicación también requiere que entendamos lo que significan las palabras. Cuando la pareja contrae matrimonio, dos culturas y formas de expresión distintas se unen. Si cada uno de ustedes no define sus palabras asumirán que tienen el mismo significado para ambos y comenzarán los malos entendidos. El esposo, por ejemplo, dirá a la esposa que llegará temprano, pero ¿qué significa temprano? O quizás ella preguntó si podrían hablar por un momento. Tres horas más tarde ¡ese momento aún no ha terminado! Cada uno de nosotros utilizamos frases y practicamos costumbres comprensibles solamente en nuestro propio entorno.
La primera vez que le silbé a Helen lo hice porque mis padres se llamaban de esta manera.
Helen se dio vuelta y me preguntó: « ¿me estas silbando?» 
«Sí mi amor» —respondí—, «te estaba llamando». 
«Ah, no» —me dijo—; «se le silba a los perros no a las personas». 
¡Ese día me di cuenta de que yo era del campo y ella de la ciudad! 
Debemos unificar los códigos de comunicación. Tenemos que definir palabras para que interpretemos lo mismo cada vez que las pronunciemos. Para esto, no debemos asumir, sino preguntar, no debemos juzgar sino aclarar. Si sentimos que se nos ha ofendido, debemos preguntar primero por el significado de la supuesta ofensa. Veinte años después de casarnos ¿cómo cree usted que  Helen y yo nos llamamos? ¡Con un silbido! Pero no es el silbido de mis papás; ahora es nuestro. La llamo así y ella ya no se ofende.
Otro de los elementos fundamentales a definir es el silencio. El silencio muchas veces comunica descontento, enojo, desprecio, mal humor, etcétera. Pero también —principalmente en los varones— significa reflexión, atención, tiempo para pensar. Debemos saber cómo manejar el silencio. Su pareja debe estar consciente de los mensajes sin palabras que usted envía. Esos mensajes son parte de un código de comunicación íntimo y personal. 
Para poder interpretar los mensajes silenciosos de la pareja uno debe desarrollar el don de escuchar. Significa que cuando su cónyuge está hablando, usted debe estar escuchando. Si el tema es importante, apague el televisor o detenga el libro pero no conteste en automático. Mire a la persona a los ojos y esfuércese por escuchar lo que le está diciendo. 
También es importante saber esperar el momento indicado. Esto es cuestión de sentido común. No inicie una conversación importante cinco minutos antes de que termine el partido. Si yo llego de una conferencia y despierto a Helen para compartirle algo, le aseguro que no estará en la mejor disposición de oír, y con toda razón. Es porque tiene sueño y cuando tiene sueño debo dejarla dormir. Cuando yo estoy muy cansado soy hiper reaccionario y por eso no es un buen momento para hablar. No obstante, existen los momentos de escuchar. 
Cuando usted escucha bien, usted acepta lo que la otra persona dice sin juzgarla. Hace preguntas e indica con gestos de afirmación que le importa lo que está escuchando, de modo que se sienta amada. Yo disfruto de las clases de psicología que está cursando Helen. Conozco a sus profesoras, a sus compañeras y compañeros sin haberlos visto nunca. Vivo su historia cada vez que la escucho, porque su emoción es mi emoción, su dolor mi dolor. Esto se llama empatía.
Escuchar es una de las actividades más maravillosas que podemos experimentar. Por esto, no se debe comer con el TV encendido. 
Debemos también considerar algunos obstáculos para escuchar inteligentemente. Uno es estar a la defensiva. También es difícil escuchar cuando existen actitudes incorrectas o prejuicios hacia otras personas. Por ejemplo, usted debe amar a las personas que su cónyuge ama. Ame a la familia de su cónyuge.
Hable siempre bien de sus suegros, sus cuñados, y los parientes de ella. Después de usted ellos son las personas más importantes en la vida de ella. 
Otro obstáculo a la buena comunicación son las interrupciones. A veces queremos imponer nuestro punto de vista y por eso no dejamos hablar. No intimide con gritos ni con gestos. Hagan un pacto como pareja: «se acabaron los gritos en esta casa». No presione a la otra persona para terminar. Muérdase la lengua, mueva los pies, juegue con el anillo, pero escuche. Escuche con sus oídos, sus ojos y su cuerpo. Cuando usted logra meterse en lo que la otra persona siente y vive comienza a sentir lo mismo. 
También constituye un obstáculo a la buena comunicación el estar muy ocupado. Qué triste es que tenemos oídos para oír y no oímos, ojos para ver y no vemos, corazón para sentir y no sentimos. Reserve energía para llegar a casa, para dormir a los niños, para hablar un rato. Ese agotamiento emocional y físico está consumiendo a las familias de nuestros tiempos. 
La buena comunicación es fruto del esfuerzo. Aclare el mensaje. Observe. Pregunte. Investigue. Reflexione. Sea paciente. A veces evadimos un tema por alguna sensibilidad existente. Cuando esto ocurra, vuelva con ternura sobre el tema evadido. Sea concreto. Resuelva sobre el punto. No busque culpar, sino tome acciones concretas sobre la situación. 
Debemos tener presente que ciertos temas como, por ejemplo, las relaciones sexuales, no se hablan en público. Otros problemas, que son muy sensibles, no deben hablarse delante de los niños. Nunca discuta temas serios cuando están muy cansados. Separen un tiempo para reunirse y conversar sobre temas que implican tomar decisiones importantes. 

Conclusión
Existen momentos críticos durante el día para la buena comunicación. Los primeros  y últimos cinco minutos del día deben ser momentos tratados con gentileza, porque marcan la percepción del día o determinan el descanso en la noche. Debemos buscar la forma de que esas palabras sean las que edifican y levantan a la persona. Busque la forma de siempre saludar a su cónyuge con una sonrisa.
El arte de aprender a comunicarse sabiamente requiere de diligencia y perseverancia, pues no se cultiva de la noche a la mañana. No obstante, el fruto que deja en la relación matrimonial no tiene precio. Permitirá que ustedes lleguen a ser verdaderos amigos que comparten una aventura sin igual entre todas las relaciones que le regala el Señor. Quien ha disfrutado de esa intimidad jamás se arrepentirá de haber invertido tiempo en cultivar buenos hábitos de comunicación con su pareja y con quienes le rodean.

lunes, 29 de abril de 2013

Serie: ¿Hablamos? - Artículo 3. La libertad de perdonar, Por: Sixto Porras y Maritza Ulate


Nuestro trasfondo cultural nos lleva a interpretar el presente de otra manera. No puedo medirte por la historia que viví. Tengo que conocer tu historia para entender por qué reaccionas como reaccionas. Pero también debo aprender a soltar el pasado. Ahora estamos escribiendo nuestra historia. Hoy, antes de iniciar el año, anoto las fechas de cumpleaños y aniversarios y los pongo en grande PARA QUE NO SE ME OLVIDE. Y para ella los cumpleaños ahora son menos importantes porque ella sabe que la amo todos los días.

Tenemos que aprender a cambiar la forma en que manejamos los recuerdos, a romper el ciclo del dolor, perdonando, resolviendo y replanteando nuestra vida. Esto nos permite ser mejores personas. 

Me gusta compartir la historia de mi madre. Mamá era hija de una de las cinco amantes de mi abuelo. Su madre la regaló a una tía, y esta la educó como esclava. El recuerdo de su padre es de un hombre subido en un gran caballo. Cuando ella le llevaba el café él se lo arrojaba en la cabeza. Siendo una adolescente soñaba con que alguien la amara y alguien la «amó» y la dejó sola con mi hermano mayor. Luego apareció mi papá, quien se dedicó a lo que mejor sabía hacer: chiquitos. Mi papá tampoco sabía lo que era el amor porque su madre enviudó cuando él era pequeño, y quedó sola con nueve hijos. Cada uno tuvo que salir a ganarse la vida en el campo como pudo. 

Sin tener una historia mi mamá se casó con un sueño, una ilusión. Comenzamos a nacer nosotros. La tendencia es repetir la historia del dolor y que la traición destruya otra vez la vida. Mas ella decidió pararse en el camino y perdonar a quienes la lastimaron y la abandonaron. Yo lo vi. Un día me dijo: «vamos a Nicaragua a buscar a mi mamá». Ella ni siquiera sabía donde vivía. «Yo sé como se llama» —me dijo—, «y la quiero ir a buscar para decirle que estoy bien, para decirle que la amo, para decirle que si necesita un hogar mi casa es su casa». A pesar de los errores de mi papá ella nunca envenenó nuestro corazón con odio hacia él. Ella decidió construir una vida nueva, a partir de un sueño, un anhelo. 

Definitivamente los ciclos se rompen y se inicia una historia nueva con la capacidad de perdonar, de resolver el presente y de replantear nuestro futuro. A medida que se aprende a perdonar se acepta el pasado, no importa cómo este haya sido. Muchas veces yo vi a mi mamá llorar con lágrimas de dolor. Después, sin embargo, la vi llorar con lágrimas de un recuerdo que ya no producía el mismo dolor. Era una historia que había dejado una enseñanza en su vida. Yo soy el hijo de una mujer que decidió perdonar a quienes la abandonaron; soy el hijo de una nueva construcción. Yo soy el fruto de su amor. Ella solía decirnos: «cada vez que rían porque les va bien en la vida, no olviden que para reír primero tuvieron que llorar». 

Alguien tiene que detenerse y terminar con el ciclo del dolor que ha venido de generación en generación, para comenzar a escribir esa nueva historia. Si queremos asumir el gran reto de sacar adelante a nuestros hijos, debemos terminar el ciclo de dolor, dejar como herencia una nueva forma de vida a partir del perdón. Cuando decido perdonar no solo acepto el pasado y detengo el ciclo del dolor sino que soy verdaderamente libre. Perdonar es liberar a alguien de la deuda que tiene conmigo. No es un sentimiento sino una decisión que se sostiene en el tiempo. Nunca he escuchado a alguien decir: «¡cuánto deseo perdonar a esa persona que me hizo tanto mal!» Perdono porque entiendo que frente a la falta de perdón la única víctima soy yo. Cuando perdonamos volvemos a ser libres para levantar la vista y volver a amar. Si necesitamos perdonar, es vital iniciar  el proceso y sostenerlo en el tiempo. En el momento oportuno esa decisión producirá nuevos sentimientos. 

Una vez mi hermano, ya grande, dijo algo que me hizo pensar mucho. Mi mamá nos había contado del difícil camino que había transitado. Después de escucharla exclamó: «¡Qué extraño!, teniendo todas las razones para odiar, ¿por qué es que nos vemos imposibilitados para hacerlo?» La respuesta es clara: porque somos una nueva generación de una dama valiente que se paró en el camino y cortó la herencia de dolor dejada en su vida. Yo soy una nueva historia. Ella nos reveló a Dios, su perdón y su gracia. Nos enseñó a amar y a admirar a papá a pesar de sus errores. Esa capacidad de construir a partir de la esperanza solamente la da el perdón.

domingo, 28 de abril de 2013

Serie: ¿Hablamos? - Artículo 2. Vencer a los fantasmas del pasado, Por: Sixto Porras y Maritza Ulate


Otro de los elementos fundamentales es aprender a manejar el pasado, ese pasado que manda mensajes al presente y que predetermina muchas de nuestras actitudes. Para muchos de nosotros las situaciones sin resolver y los temas del pasado aún están dirigiendo nuestras vidas. Debemos tener mucho cuidado porque esto puede distorsionar potencialmente la comunicación. Algunos de nuestros sufrimientos, incluso, son el resultado del pasado no resuelto y no necesariamente de esta relación presente. El otro día alguien me compartía: «hace diez años sufrí una traición y de vez en cuando la vuelvo a revivir en mi imaginación». ¡Esto no es bueno! Debemos detenernos para resolver las situaciones del pasado. 

El matrimonio involucra a cuatro personas: dos adultos que hoy conviven juntos, pero también involucra a dos niños internos que reaccionan por causa de su trasfondo familiar y sus recuerdos. El temor de volver a vivir situaciones negativas del pasado nos paraliza. Debemos aprender a manejar el pasado. El señalar circunstancias específicas o a nuestros padres como culpables de situaciones o experiencias que tuvimos que enfrentar, no soluciona nada. Nuestros padres son humanos y, por lo tanto, tuvieron fallas. Puede que aún sintamos resentimiento, enojo o amargura hacia ellos por lo que hicieron o dejaron de hacer. Si es así, debemos buscar la forma de resolverlo.

Encontrar causas que nos ayuden a explicar algunos hechos del pasado es útil. Sin embargo, cuando hacemos de nuestros padres u otras personas que influenciaron nuestra vida, chivos expiatorios, lo único que logramos es escaparnos de asumir responsabilidad por la forma en que somos hoy día. Vivir en el pasado frecuentemente hace que nos percibamos como víctimas; nos imposibilita para tomar las mejores decisiones, predisponiéndonos para el fracaso. Por el contrario, asumir las responsabilidades y consecuencias de nuestros actos
propicia la comunicación sana con los demás y la toma de decisiones asertivas; en fin, nos predispone para el éxito en la vida.

En una ocasión, olvidé el cumpleaños de mi esposa Helen. Apenas alcancé a llevarle un  ramo de flores a las diez de la noche, luego de que mi asistente me lo recordara. Helen estaba herida, lastimada. Nos acostamos y fue una de esas noches en que la cama se hace angosta y cada uno se queda en su esquina. Yo me quedé pensando y me pregunté: « ¿por qué se me olvidó el cumpleaños de Helen, si yo la amo?» 

Al día siguiente nos sentamos y le dije: «yo te amo. Quiero decirte que te amo todos los días. No se me olvido tu cumpleaños porque no te ame. Se me olvidó porque en mi casa yo no sabía cuando cumplía mi papá, mi mamá o mis hermanos. Mis papás tenían que trabajar tanto que nunca celebrábamos los cumpleaños. Pero yo te amo todos los días. Te amo cada vez que te lo digo, que soy responsable». Comencé a enumerarle todas las cosas por las que la amo. Ella me respondió: «en mi casa, una de las expresiones más grandes de amor era recordar el cumpleaños de la otra persona». ¡Por eso ella estaba lastimada!

lunes, 22 de abril de 2013

Serie: ¿Hablamos? - Artículo 1 - Honestidad sin temores, Por: Por: Sixto Porras y Maritza Ulate


Saber cómo manejar con inteligencia la comunicación en el matrimonio no es tan fácil como algunos creen, especialmente cuando cada uno viene de un trasfondo distinto. Aprender a desarrollar una buena comunicación es todo un arte...

Honestidad sin temores
Es importante que entendamos que el matrimonio crece a partir de la intimidad. El fundamento para la intimidad física encuentra su origen en la intimidad emocional, y esta se logra cuando poseemos capacidad para comunicarnos afectivamente. Una pequeña prueba nos permitirá saber si poseemos capacidad en esta área o no. Cuando su pareja le pide algo y usted sabe que no puede hacerlo, ¿no se siente libre para decirle que no? Cuando usted realiza algo que sabe debe comunicar a la otra persona, ¿le causa miedo solo pensar en decirlo? ¿Tiene la sensación de que su pareja se siente intimidada por usted, a tal punto que mide sus palabras a la hora de hablar? Si usted contesta afirmativamente a alguna de estas preguntas es porque le falta más intimidad emocional con la persona que ama. 
La buena comunicación no se fundamenta en el temor ni en la imposición de un criterio. La intimidad emocional genera confianza, respeto y tolerancia. Esto propicia que aceptemos  a la otra persona tal cual es. No se trata de un sentimiento artificial, sino la capacidad de comprensión basada en el afecto. Usualmente, no es fácil establecer una comunicación basada en estos principios, especialmente si en nuestra formación no se modeló este estilo. 
Sin embargo, a medida que la pareja cultiva la comunicación entre ambos y con Dios aprenderán a confiar el uno en el otro y esto, a su vez, les permitirá ser más abiertos. La buena comunicación fluirá a partir de que cada uno se sepa respetado, aceptado, amado y valorado.
Existen momentos en el matrimonio en los que sentimos miedo, miedo a la reacción que tendrá la otra persona. Si usted padece de miedo, debe enfrentarlo y comunicar esta sensación a su pareja. Sin embargo, no comparta este temor en medio de un conflicto. Escoja un momento tranquilo, en que pueda abrirse sin que interfieran las fuertes emociones que existen en una situación de conflicto. Cuando usted abre su corazón para compartir estos temores la intimidad emocional crece profundamente. Utilice frases como: «Quiero que sepas que cuando elevas la voz un poco más yo tiendo a quedarme callado y me siento anulado como persona». El solo hecho de que ella o él lo exprese debiera mover al otro a decir: «lo siento». 
El otro día dije algo que lastimó a mi esposa Helen. Ella me confesó: «eso me duele, me parece que no es justo». Yo iba a argumentar, porque ninguno de nosotros tiene intensión de herir o lastimar, pero en ese momento pensé: si a ella le dolió, es suficiente para que yo busque la forma de restaurar. Le dije, entonces: «perdón mi amor». No era el momento de argumentar; no era el momento de justificar lo que dije. Frecuentemente nos consideramos inocentes. Lo usual es pensar: ¡el otro es el que está equivocado! La verdad, sin embargo, es que si ella se sintió lastimada, esta es razón suficiente para que yo la restaure, porque ella es más importante que los argumentos que tengo; y es crucial para ambos sanear la relación cuánto antes. Esto es lo que produce verdadera intimidad. No tenga miedo de ser usted, de expresarse.

viernes, 19 de abril de 2013

¿Qué Nos Acerca Como Pareja?, Por: Patricia Odio


Durante el noviazgo el romance fluye naturalmente, se espera con anhelo cada oportunidad de compartir con la pareja y se disfruta cada minuto de estos encuentros.   Sin embargo, con frecuencia, después de varios años de matrimonio el romance tiende a desvanecerse y las parejas se preguntan  ¿Qué paso con aquel maravilloso romance vivido durante el noviazgo?
Es normal que todo matrimonio enfrente distintas etapas, que el amor madure y se transforme, sin embargo, existen elementos en la dinámica de la pareja que los han acercado desde el inicio de su relación y otros que tienden a separarlos. Por lo tanto, el secreto de mantener el romance está en procurar mantener y aún mejorar  los elementos positivos y modificar aquellos que perjudican la relación.
Sin embargo, este proceso discriminatorio y de constante modificación, debe ser un acto consciente, una decisión que puede ser definida como la decisión diaria de amar al cónyuge, manteniendo así vivo el romance a pesar de los momentos difíciles,  y las adversidades por las que atraviesa todo matrimonio.  Esta constante renovación producirá el crecimiento de la relación de pareja, evitando el aburrimiento y la rutina, enemigos número uno del romance.
Generalmente se identifica al amor como un sentimiento exacerbado que produce inclusive reacciones físicas, como lo son las sensaciones en el estomago o “mariposas en el estómago”, sin embargo  el verdadero amor va mucho más allá de estos sentimientos y sensaciones puramente físicas, el amor verdadero es un acto consiente de honor, de sacrificio y de estima  hacia la pareja sin importar cual sea el costo. Lejos de la creencia general, el amor no se produce espontáneamente, y se mantiene o deja de existir de la misma manera, el amor y el romance deben de ser cultivados día a día. 
Dentro de las razones más comunes por las que las  parejas suelen distanciarse están los resentimientos y heridas que se dejan sin resolver al pasar del tiempo, destruyendo el respeto y la estima que se sentía por el cónyuge; así también, uno de los aspectos más comunes que produce la pérdida del romance es el focalizar el romance únicamente  a la intimidad física.
Al acercarse  al cónyuge la meta no debe ser solamente  la intimidad sexual, es importante  desarrollar una relación de amistad, la cual debe de ser edificada  día a día,  tomándose el tiempo necesario para conocer  cuáles son los gustos y necesidades del cónyuge. Cuando la pareja experimenta la sensación de sentirse valorado, respetado y comprendido, le será más fácil acercarse con confianza para compartir sus necesidades, y así se irá desarrollando este vínculo de amistad que une cada vez más a la pareja. Saber realmente quien es esa persona  con la que se vive, interesarse por su vida y sus sentimientos y darle un lugar de valor  conduce  a establecer una verdadera relación de honor.

Existen elementos y actitudes que definitivamente aumentarán el romanticismo y acercarán a la pareja:
Ø  Construir caminos juntos a partir de metas comunes, desarrollando la habilidad de motivarse mutuamente y fortalecerse el uno al otro. 
Ø  Tomar tiempo para demostrarse su amor, por medio de besos, abrazos, gestos y palabras positivas, haciendo crecer en la pareja la aceptación, el ánimo y la estima.
Ø  Planear y compartir tiempo a solas.
Ø  Mantener día a  día los pequeños detalles y  las expresiones de afecto, creando la necesidad de estar juntos.

Habrá que recordar que en los momentos difíciles es muy importante mantener el compromiso de amar a la pareja, pues es cuando  se desarrolla la solidaridad y  la compasión en la pareja. Así también uno de los aspectos más valiosos para acercar a la pareja es poder reconocer cuando se ha herido u ofendido al cónyuge, y pedir perdón, procurando  un cambio de actitud que  permita sanar la relación.
El acercarse a la pareja es un acto de voluntad que crece cuando se decide amar y perdonar al otro a pesar de la adversidad, teniendo en gran estima a la persona amada.

miércoles, 10 de abril de 2013

Un Matrimonio a la Manera de Dios, Por: Dr. Daniel L. Catarisano


Roberto y María llegaron a mi oficina en busca de ayuda para su matrimonio. Cuando los saludé, enseguida noté en sus rostros las marcas de años de aflicción y resentimiento. Ya no tenían fuerzas ni siquiera para disimular su dolor, así que nos sumergimos directamente en el tema.
Una larga serie de relatos amargos, incomprensión y hasta algunos episodios de violencia doméstica, formaban el contenido principal de la historia de este matrimonio. Finalmente, cuando todo quedó expuesto, concluimos que en realidad no se conocían, ni tampoco conocían la idea de Dios al crear el matrimonio.
En mi servicio como pastor y consejero profesional, he notado que uno de los mayores causantes de los conflictos conyugales, es el no comprender el diseño de Dios para el matrimonio. Algo que parece tan obvio cuando predicamos sobre este tema, sigue siendo ambiguo para más del ochenta por ciento de las parejas. Esto nos obliga a reflexionar acerca de la necesidad de comprender cómo es un matrimonio a la manera de Dios.

Veamos los siguientes principios.

1.- Un matrimonio a la manera de Dios incluye conocer el significado de la relación conyugal.
El matrimonio no es el fruto de un acto impulsivo de Dios, pues todo lo que él hace tiene significado. La unión matrimonial refleja la naturaleza relacional de Dios y su amor incondicional. El hombre y la mujer fueron creados a imagen y semejanza de Dios, para una relación de amor recíproca y permanente. Esta es una de las razones por las cuales Dios detesta el divorcio, pues tal decisión significa la ruptura de una unión creada, primariamente, para representar el carácter personal de Dios. 

2.- Un matrimonio a la manera de Dios incluye el conocer el propósito de la relación conyugal.
En (Génesis 1:28) encontramos la orden: “Fructificad y multiplicaos”; dos palabras que nos hablan de la procreación, pero también de fructificar como personas y como matrimonio. Esta es una de las razones por las cuales se nos ordena someternos el uno al otro en el temor de Dios, y se nos explica cómo lograrlo (Efesios 5:21-33). En el matrimonio deben coexistir el amor consagrado, la honra y el respeto mutuo; si estos abundan, entonces se cumple el propósito de glorificar a Dios.

3.- Un matrimonio a la manera de Dios incluye el conocer los beneficios de la relación conyugal.
Roberto y María pasaron la mayor parte del tiempo quejándose el uno del otro.
Después de varios minutos, les pedí que mencionaran por lo menos una cosa buena de su matrimonio. Esto fue un ejercicio muy penoso para ambos, pues debido a la ceguera de la desafección, no podían ver nada positivo. “No hay ningún beneficio en esta relación”, dijeron al unísono. Sin embargo, luego aceptaron que aun no conocían el matrimonio según Dios, y reconocieron que ahí radicaba el problema.

Algunos de los beneficios divinos del matrimonio incluyen:
Ø  El ensanchar nuestra relación con Dios,
Ø  El fructificar como individuos.
Ø  Trabajar con nuestras diferencias hasta lograr una relación armónica.

No hay nada mejor que el matrimonio a la manera de Dios. Renunciemos a los mitos, tradiciones e interpretaciones erróneas acerca del matrimonio y volvamos a su diseño original.

“Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican.” (Salmo 127:1)

jueves, 28 de marzo de 2013

Honrando a la Persona Amada, Por: Helena Calderón


¿Cómo saber si nuestro matrimonio tiene la prioridad que merece?
¿Cómo darnos cuenta si el amor se está acabando?
¿Cómo honramos a nuestra pareja?
¿Damos a nuestro cónyuge el respeto que se merece?
La mayoría de parejas se casan teniendo grandes expectativas para su matrimonio y con desmesuradas ilusiones. Los mismos, en muchas oportunidades, no toman en cuenta las responsabilidades que el acto del matrimonio implica (cada uno debe asumir su parte al conformarse en cónyuge de su pareja). Frecuentemente, esta visión incompleta del matrimonio provoca que  en poco tiempo las expectativas se vuelvan en frustraciones y el encanto en desilusión.
Podemos observar con frecuencia que uno o ambos integrantes de la pareja no interiorizan el concepto integral del matrimonio, por lo tanto sus actuaciones continúan reflejando intereses individuales por encima del bienestar de la pareja. Este comportamiento no es consecuente con  el compromiso, libremente adquirido, al unir sus vidas en matrimonio. Por lo tanto esto origina una serie de conflictos que deterioran, en mayor o menor grado, la relación de pareja.
Es importante entonces, reconocer que nada ocurre por casualidad; toda forma de proceder tiene una causa y un efecto. Nuestras acciones no brotan espontáneamente, sino que responden a una decisión consciente, pero, con frecuencia, no lo suficientemente evaluada.  Aquilatadas o no, las decisiones que tomamos cambian el rumbo de nuestras vidas y las de otros a nuestro alrededor, haciéndonos adquirir compromisos.  En especial, cuando el ser humano decide unirse a su pareja bajo el pacto del matrimonio se compromete a respetarlo/a y procurar su bienestar.
Por lo tanto, es importante comprender de antemano los alcances que tiene  en nuestra vida este vínculo, cuyo fin último, según la perspectiva divina,  es el de proporcionar a los cónyuges una mejor calidad de vida.   Las parejas que se encuentran en vía de contraer matrimonio, y aquellas que ya están unidas y tienen el deseo de mejorar su relación, deben visualizar un horizonte juntos en el que se compartan, entre otras cosas, metas a corto y a largo plazo, en un ambiente de respeto mutuo, en el que la prioridad sea siempre el beneficio de la pareja, sobre el interés individual. 
Si a lo señalado en las líneas de arriba no se le presta atención, es muy probable que los cónyuges vivan sin rumbo ni compromiso, creando una confusión similar a la que se produce en un equipo de fútbol en el que cada miembro sigue su propio rumbo sin respetar su posición ni la de los demás. En tal situación todos procurarían ordenar y delegar sin tener responsabilidad ninguna, tratando de obtener su propia satisfacción.
Esta falta de unión y visión conjunta es una de las mayores causas de separación de los matrimonios, ya que impide a los cónyuges desarrollar sus vidas paralelamente en armonía, a partir del respeto mutuo y el establecimiento de prioridades consecuentes con el vínculo matrimonial.
Para iniciar o fortalecer una relación matrimonial, sin duda alguna, se hace necesario asumir nuestro compromiso con responsabilidad honrando a nuestro cónyuge.  Será el principio más importante para construir una relación saludable y satisfactoria para ambos.
Recordemos que el tiempo y el esfuerzo que invertimos en una relación, evidencia el valor que le otorgamos,  priorizar nuestra relación conyugal nos dará resultados excepcionales en nuestra vida individual y de pareja.

Tips
Ø  Fortalezcamos nuestra relación con Dios para así poder fortalecer las relaciones con el prójimo.
Ø  Demos a nuestro cónyuge prioridad en nuestra vida.
Ø  Seamos siempre honestos y transparentes. 
Ø  Seamos siempre  buenos amigos o amigas de nuestra pareja; la amistad en la vida matrimonial va a prevalecer en contra de la rutina.
Ø  Respetemos los espacios que se comparten juntos para conocerse y alimentar el amor.
Ø  Decidamos desde el principio que el divorcio nunca ha de ser una opción.
Ø  Nunca nos gritemos uno al otro.
Ø  Aprendamos a dialogar sobre  cualquier tema con nuestra pareja, la confianza es un factor importante en cualquier relación, y es una manera de honrar.
Ø  Dediquemos tiempo de calidad juntos cada día.
Ø  Expresemos nuestra felicidad por la persona que está a nuestro lado y disfrutemos cada momento de lo que tenemos sin lamentarnos por lo que no tenemos.
No tratemos de cambiar a la otra persona,  el cambio empieza por nosotros mismos.