Visión y Misión

Visión.
Ser líder en la orientación y fortalecimiento de las familias dentro y fuera de la iglesia en la República Dominicana.

Misión.
Orientar a los miembros de la familia en el concepto de la verdadera relación y responsabilidad familiar para tener un hogar saludable, a través de la palabra de Dios.

Versículo del día

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jueves, 12 de julio de 2012

¿Criticas más de lo que ayudas?


Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo” (Mateo 5: 11)

Hay personas que critican más de lo que ayudan, por lo general son personas que se creen perfectos, puesto que para juzgar y dar su crítica de la manera destructiva que lo hacen creen que todos hacen las cosas mal y que solo ellos pueden hacerlo bien.

Su crítica no es una crítica constructiva, que lleve la intención de reconvenir o de ayudar, pues su crítica va encamina a señalar errores y a emitir juicios lejos de la realidad.

Personas que no ven nada bueno y que para ver las cosas “malas” son profesionales, a estas personas les queda el sobrenombre de Don Criticón o Doña Criticona.

Lastimosamente esta clase de personas por lo general tienden a ser mal vistas y hasta cierto punto no bien recibidas en medio de un grupo de personas.

Don Criticón y Doña Criticona emiten sus juicios porque ellos quisieran poder hacer lo que los otros hacen, pero no pueden.

Posiblemente tú estés siendo víctima de Don Criticón o Doña Criticona, ven todos los pasos que realizas, te ven de pies a cabeza y siempre están queriéndote criticar por todo, pero en esta hora te digo: no te quites la vida por ellos.

Yo sé que es difícil ignorar la crítica destructiva, mas si te ha hecho sentir muy mal, pero lo que ellos digan no tendría que influir en tu animo de hacer las cosas, mas aun si te das cuenta que esta clase de personas a lo mejor no tienen un relación personal con Dios y por ende su andar es destructivo más que constructivo.

Porque una cosa debes de saber, Dios solo suma y multiplica, el que resta y divide es el enemigo, por ende cuando te sientas atacado por Don Criticón o Doña Criticona, no te preocupes, al contrario alégrate porque eres bienaventurado porque lo que dicen de ti es una mentira.

No te quites la vida haciendo caso a los comentarios destructores, si tu estas bien con el Señor sigue caminando recto pues obtendrás tu bendición.

Una frase que quiero parafrasear: “Cuando quieras comenzar algo, muchos te dirán que no lo hagas, cuando lo estés haciendo, te querrán decir cómo hacerlo y cuando lo hayas logrado ellos mismos te dirán que siempre creyeron en ti”.

Las Criticas siempre estarán, serás criticado por muchas personas, aun por los que consideraste tus amigos o personas que querías mucho, pero eso no tiene que ser motivo de desistir del propósito para el que Dios te llamo, al contrario que eso te de más fuerza para demostrar que se equivocan en sus comentarios, para demostrarles que si anhelas hacer la voluntad y para concluir la tarea que Dios te ha encomendado.

Don Criticón y Doña Criticona, siempre estarán ahí, nunca se irán, pero que lindo es saber que cuando no tienes oídos para ellos no abra nada ni nadie que te detenga, pues tu confianza esta puesta en aquel que te llamo y el que te llamo te capacita y el que te capacita te respalda.

miércoles, 11 de julio de 2012

La gran necesidad


“15 La vara y la corrección dan sabiduría; mas el muchacho consentido avergonzará a su madre”. “17 Corrige a tu hijo y te dará descanso, y dará alegría a tu alma”. (Proverbios 29:15, 17)

Cierta vez Napoleón Bonaparte declaró que la mayor necesidad de su país era la de contar con madres. En su desesperación por disponer de mayor número de soldados, el Gran Corso quería que hubiera más madres que dieran a luz más hijos, para luego enviarlos al frente de batalla. Y en nuestros días, aunque por motivos muy diferentes, podríamos asegurar que la gran necesidad del mundo sigue siendo la misma: la de madres, que sepan cumplir cabalmente su papel de forjadoras del hogar y del carácter de sus hijos.

“Mi hijo siempre vuelve a casa entre la una y las dos de la mañana”, le decía una señora a una vecina suya.  “¿Y por qué regresa tan tarde?”, preguntó ésta bastante extrañada. La señora respondió: “Lo que pasa es que al nene le gusta estar con sus amigos charlando y jugando”. Pero el “nene” tenía 19 años de edad. Y ese “nene”, ¿no tenía nada que hacer al día siguiente, que podía acostarse tan tarde cada noche? ¿No trabajaba ni estudiaba? Por otro lado, si regresaba tan tarde al hogar, ¿qué clase de vida familiar cultivaba con sus padres, o éstos con él? Además, esos padres, ¿sabían exactamente qué hacía su hijo adolescente en esas horas de la noche?

¿Sabe usted dónde se encuentra y qué hace su hijo en cada momento del día?

¿Conoce usted a sus amigos? ¿Sabe usted realmente cómo le está yendo a su hijo en la escuela o en la universidad? Si usted ignora estos hechos, no debería sorprenderse luego si ese mismo hijo tomara un rumbo equivocado y fuera arrastrado por malas compañías. Ningún niño, ningún joven se echa a perder de un día para otro. Son las pequeñas negligencias, la falta de disciplina y la ausencia de buen ejemplo en el hogar a lo largo del tiempo los factores que destruyen la vida de un hijo.

Pero ¡cuán diferente puede ser la suerte de un hijo cuando sus padres le proporcionan afecto, amistad, disciplina, orientación y el ejemplo de una conducta de bien! El hijo necesita y desea que sus padres lo corrijan, le marquen horarios y se interesen vivamente en todos los detalles de su vida juvenil. Proceder de otro modo es dejar solo al hijo, sometido a las peligrosas influencias del mal.

Meditemos en lo siguiente: Hoy se necesitan padres y madres que sepan ser amigos y consejeros de sus hijos; que sepan despertar en ellos el amor a la patria y el amor supremo a Dios. Padres que conviertan la casa en un pequeño santuario donde palpite y se inculque la fe. Padres cuya conducta valga la pena admirar e imitar. Padres, en fin, que destilen un amor apacible, prudente y constante para iluminar el sendero de sus hijos. ¿Qué hogar podría fracasar y qué hijo podría sucumbir con padres de esta clase?

Tomado de: “A pesar de todo que linda es la vida”

Que Dios te bendiga

"Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, y que obtiene la inteligencia; porque su ganancia es mejor que la plata, y sus frutos más que el oro fino". (Proverbios 3:13)

martes, 10 de julio de 2012

De ti depende…


Unos obreros estaban picando piedras frente a un enorme edificio en construcción.

Se acercó un visitante a uno de los obreros y le preguntó: ¿Qué están haciendo ustedes aquí?

El obrero lo miró con dureza y le respondió:
- ¿Acaso usted está ciego para no ver lo que hacemos? Aquí, picando piedras como esclavos por un sueldo miserable y sin el menor reconocimiento. Vea usted aquel cartel: Allá ponen los nombres de Ingenieros, Arquitectos, pero no ponen los nuestros, que somos los que trabajamos duro y dejamos en la obra el pellejo.

El visitante se acercó entonces a otro obrero y le preguntó lo mismo.
- Aquí, como usted bien puede ver, picando piedras para levantar este enorme edificio. El trabajo es duro y está mal pagado, pero los tiempos son difíciles, no hay mucho trabajo y algo hay que hacer para llevar la comida a los hijos.

Se acercó el visitante a un tercer obrero y una vez más le preguntó lo que estaba haciendo. El hombre le contestó con gran entusiasmo:
- Estamos levantando un Hospital, el más hermoso del mundo. Las generaciones futuras lo admirarán impresionados y escucharán el entrar y salir constante de las ambulancias, anunciando el auxilio de Dios para los hombres. Yo no lo veré terminado, pero quiero ser parte de esta extraordinaria aventura.

El mismo trabajo, el mismo sueldo, la misma falta de reconocimiento; una misma realidad. Tres maneras distintas de vivirla: como esclavitud; como resignación; como pasión, aventura y desafío.

Y tú, ¿Qué estás construyendo?

¿Con qué actitud estás construyendo tu familia?
¿Qué visión estás impartiendo a tus hijos sobre la vida?
¿Cómo estás asumiendo tu papel en los grupos sociales de los cuales formas parte?

Vivir con ilusión, convertir el trabajo en una fiesta, sentirnos parte de grandes obras...

¡De ti depende!

Dios te bendiga.

lunes, 9 de julio de 2012

El fruto de la Infidelidad


“Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios”. (Hebreos 13:4)

El adulterio todavía sigue atrayendo a muchos hombres y mujeres de la tierra.  Sin embargo, contra lo que podría pensar el alma libertina, un matrimonio bien establecido siempre es más atrayente y brinda mayor felicidad que cualquier forma de infidelidad conyugal.  ¿Hemos conversado alguna vez con un esposo o una esposa infiel?  En tal caso, ¿qué impresión hemos recogido?

He aquí el caso verídico de un hombre casado.  Después de haber tenido amores clandestinos un buen tiempo, ahora vive con los nervios destrozados. Y en su actual estado de debilidad física y mental, ha expresado el deseo de volver a su legítima esposa. Pero le resulta casi imposible. Ha entrado en relaciones adulterinas de tal naturaleza que se encuentra atrapado por una serie de ataduras y compromisos que no sabe cómo superar.

Perseguido por su amante, arruinado en su salud y anulado para cumplir su trabajo, este hombre ahora se arrepiente tardíamente de los malos pasos que comenzó a dar años atrás. En aquel entonces creyó que gozaría de esa vida doble, que la pasaría mejor, que recibiría más amor, y que su esposa y sus hijos no se enterarían. Pero ¡cuán mal le resultaron sus cálculos!  El placer carnal se le convirtió en amargura de alma. Y ahora su alteración emocional y su sentimiento de culpa no lo dejan vivir en paz. Su imagen de buen padre ha desaparecido para siempre. Y curiosamente, aunque su esposa lo ha perdonado, este hombre arrepentido quiere salir de la ciénaga donde se encuentra aprisionado, pero no puede.

No es cosa simple jugar con el sexo. ¿Sabe usted cómo comienza el adulterio?  Apenas con un pensamiento de codicia y concupiscencia. Por eso el camino de la prevención consiste en controlar los pensamientos y en desarrollar cada día el verdadero amor conyugal. Y si existiera alguna desarmonía o desavenencia entre marido y mujer, ¿no es mejor superarla con amor y el diálogo franco, antes que buscar el triste escapismo del adulterio?

Meditemos en lo siguiente: Cuando existe amor genuino hacia el cónyuge y hacia Dios, ¿no le parece que el matrimonio se convierte en una experiencia de paz y felicidad?

Tomado de: “A pesar de todo que linda es la vida”

Que Dios te bendiga

“Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, y que obtiene la inteligencia; porque su ganancia es mejor que la plata, y sus frutos más que el oro fino”. (Proverbios 3:13)

domingo, 8 de julio de 2012

Aprendí y decidí, Por: Walt Disney


Al inicio de cada año acostumbramos hacer resoluciones de aquellas metas o propósitos que deseamos alcanzar durante ese año, al transcurrir del tiempo algunas o todas van quedando en el camino. Ahora que acabamos de arribar a la mitad del año es un momento propicio para retomar esas resoluciones, tal vez no todas podrán retomarse, pero de seguro alguna se puede considerar de nuevo.
Deseo motivarte con este escrito de Walt Disney, el cual quizás hallas leído antes, a que no te desanimes, si haz caído que te levantes, si haz abandonado la lucha que te incorpores, que cargues nuevamente tus baterías. Aun hay tiempo por delante, reinicia.

Aprendí y decidí

Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar…
decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas,
decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución,
decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis,
decidí ver cada noche como un misterio a resolver,
decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.
Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos,
Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar,
Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui,
Me dejó de importar quién ganara o perdiera, ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.
Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir.
Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien “Amigo”.
Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, “el amor es una filosofía de vida”.
Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente.
Aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.
Aquel día decidí cambiar tantas cosas…
Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar... ahora simplemente duermo para soñar.

¿Has decidido triunfar o prefieres seguir “tirando”?
¿Cómo ves tus los “problemas”?
¿Eres capaz de ver en ellos grandes oportunidades para aprender?

Recuerda: "El que aprende y aprende y no aplica lo que sabe es como el que ara y ara y nunca siembre."