Visión y Misión

Visión.
Ser líder en la orientación y fortalecimiento de las familias dentro y fuera de la iglesia en la República Dominicana.

Misión.
Orientar a los miembros de la familia en el concepto de la verdadera relación y responsabilidad familiar para tener un hogar saludable, a través de la palabra de Dios.

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miércoles, 21 de septiembre de 2011

Canción a la No Violencia, Por: Eunice Duran

A Fr. José Alberto, OP., que no contabiliza el amor de Dios, y a Virginia.

A los más débiles: mujeres, niños y hombres violentados, y a Orlando Martínez,

víctima de la intolerancia y la violencia, quien nació un 23 de septiembre,

día en que los Obispos han llamado a ayuno y oración por la No Violencia.

Tim 6, 2c-12: Is 55, 6, 2c-12: Is 55, 6-7; Mt. 20, 1-6

Violencia, ausencia de Dios en nuestras vidas.

Violencia, vacío existencial que desborda crueldad.

Violencia, frustración desgarradora que obnubila la razón.

Violencia, injusticia palpable que acuna la indiferencia.

Violencia, deseo insatisfecho que empuja al sinsentido.

Violencia, rebeldía incontrolada que lleva a la destrucción.

La ausencia de Dios es nuestras vidas

Deja un vacío inmenso y el alma desolada.

A cosas materiales se aferra el hombre entonces

Con la vana esperanza de encontrar alegría.

Pero nada en el mundo satisface un alma vacía.

Sin límites, el deseo nos esclaviza y hiere,

Como ácido corroe la paz y el sentimiento,

Anula la razón y rompe la armonía.

El mundo indiferente promueve la injusticia

Que da vida a la lucha y a la falta de amor.

El poder del más fuerte, la envidia y la codicia

Tejen la intolerancia que arrebata y oprime,

Regalando dolor.

La falta de justicia, la falta de autoestima,

La falta de valores, de respeto a la vida,

El ser irresponsable, la falta de conciencia,

La cruda indiferencia y el brutal egoísmo

Cultivan la violencia en un canto a la muerte,

Callando al que se opone, se vence al que es más débil.

Destruyendo la paz, reina la incomprensión.

Y cual volcán explota la diabólica violencia,

Para pedir ayuda y atención,

Para gritarle al mundo lo infeliz que se siente

El alma desgarrada que no conoce a Dios.

La obediencia a las leyes, sin importar rango o condición

La compasión, la misericordia, valorar al hermano…

Abrir el corazón al amor incondicional y

Estrenar la bondad de pensamiento, palabra y acción,

Con la delicadeza que regala el respeto,

Devuelven la alegría, restauran la armonía y

Sanan el alma rota, que alegremente vuelve al encuentro de Dios.

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