Con una tasa de divorcios superior al 40% y las continuas historias de matrimonios que no han tenido éxito por diferentes razones, contraer matrimonio puede ser más intimidante que nunca. Sin embargo, comprender los detalles del matrimonio como tal y entender lo que esperas del mismo puede ayudarte a sobrellevar tu miedo al matrimonio y hacer que tomes una decisión informada al respecto.
Pasos
1. Determina de dónde proviene tu miedo exactamente. La mayor parte de la gente no tiene miedo al matrimonio en sí, sino a sus implicaciones y a su posible destrucción. ¿Qué piensas que puede cambiar?, ¿Qué es lo peor que puede pasar? Una vez identificado, puedes conversar con tu pareja acerca de ello y tratar de sobrellevar la situación juntos.
2. Nombra tus miedos. Si tus padres tuvieron un mal matrimonio, entiende que cada matrimonio es diferente y que si su matrimonio falló, no implica que el tuyo también vaya a fallar. Si la separación te preocupa, haz una lista de tu mente de lo que puedas hacer para que tu matrimonio funcione. Imagina las diferentes posibilidades e imagina lo que harás en cada situación específica para hacer que las cosas vayan mejor.
3. Habla de tu problema con otras personas casadas. Consulta a cualquiera que haya tenido un matrimonio exitoso para que te mencione cuál es su secreto. Usualmente es algo como "No tomamos en cuento los pequeños malos hábitos de la otra persona". Pero más que todo, expresa tus sentimientos hacia tu pareja. Esta es la oportunidad perfecta para ejercitar las habilidades de comunicación que serán esenciales para que una relación saludable dure por mucho tiempo.
4. Decide si es que tú has escogido a la persona con la que deseas compartir el resto de tu vida. ¿No? ¿Has sido escogido(a) y ahora te encuentras bajo la presión de casarte? Puede que no tengas miedo al matrimonio, más bien, miedo a casarte con "esta persona". Una buena pastilla de sabiduría para recordar es que no debes casarte con la persona con la que puedes compartir el resto de tu vida; debes casarte con la persona sin la cual no imaginas tu vida en un futuro.
5. Comprender que el componente de toda persona lleva un matiz de virtudes y defectos y empieza por amar los defectos de tu pareja, escribe historias sobre las posibles situaciones que se pueden generar a causa de estos defectos. Realiza este ejercicio con tu pareja como una forma de entretenimiento, así ambos tendrán una idea clara sobre la forma en la que tu otro yo te ve. Realiza este ejercicio, pero se cuidadoso de no lastimar a la otra persona, el objetivo es superar juntos aquel que fue siempre un problema para ti, no queremos generar un problema antes que la aventura del matrimonio comience.
6. Piensa acerca de los detalles del matrimonio que son importantes para ti y para tu media naranja. Piensa en lo que el matrimonio te proporciona que no tendrías de otra manera y los cambios que tendría tu vida en caso que esto ocurriera. Si enfrentas honestamente lo que significa casarse o mantenerse solteros, tu percepción acerca del matrimonio se ampliará y verás si es lo que quieres para ti y para tu otra mitad.
7. Comprende que no van a vivir en armonía cada segundo del día mientras estén casados. Ninguno de los dos es perfecto. Si estás esperando casarte con esa persona con la cual todos los días son arcoíris y chocolate, nunca te establecerás o te casarás porque nadie puede proporcionar una vida ideal a otra persona. El matrimonio es trabajo duro y toma una vida entera el completarlo. Demasiada gente se casa pensando en que si las cosas se ponen malas, simplemente correrán al juzgado a pedir el divorcio y a empezar todo de nuevo. Prepárate para los baches que encontrarás en el camino y no te sorprendas demasiado cuando los pases sin problemas.
8. Planea tu vida. Siéntate y establece bien las cosas antes de casarte. ¿Van a tener hijos? ¿Cuántos? ¿Quién va a manejar el dinero? ¿Ambos van a trabajar? ¿Cuánto van a ahorrar para su retiro? ¿Dónde van a vivir? ¿Quién se ocupa de qué en general? Estas son la clase de dificultades prácticas con las que se encontrarán en el día a día.
No trates de buscar las respuestas de la forma difícil cuando ya tienes un aro en tu dedo. Lo mejor es preveer un futuro conflicto y prevenirlo. Si tienes una relación saludable, la planeación anticipada te llevará a tener una mejor idea de los problemas que podrían tener en un futuro.
Consejos
· Las tres principales causas de divorcios están relacionado con el dinero, la religión y los niños, en ese orden. Haz lo mejor que puedas por adelantado para que puedas estar en sintonía lo máximo posible. Mientras más sepas acerca de tu pareja en esos niveles, menores serán las sorpresas que tendrás cuando te cases.
· Los desacuerdos son normales en cualquier relación. Es saludable tenerlas y se puede aprender mucho de ellas. Haz tu mejor esfuerzo escuchando el punto de vista de la otra persona y su punto de vista acerca del amor y el respeto.
· Ten en cuenta que no todos los matrimonios son exitosos. No todas las opciones son las correctas, pero es cierto que muchas lo son.
· Considera que si dejas que tu miedo al matrimonio se apodere de ti, no te establecerás y permanecerás sin casarte durante toda tu vida. Esto no es malo en si; lo que importa es que sea lo que tú realmente deseas.
· Considera seriamente asistir o tomar consejería prematrimonial con tu otra mitad. La información y la discusión franca con un profesional como tercera persona puede ser una ayuda invaluable a la hora de tomar la decisión final.
· Date cuenta de la suerte que tienes de poder escoger con quien te casarás, mucha gente en el mundo no tiene esta opción.
· Tener relaciones sexuales fuera del matrimonio llevan a una devaluación de las relaciones dentro del matrimonio. El principio de vivir sin sexo fuera del matrimonio desarrolla confianza en tu pareja y el sentido de ser único en el mundo para otra persona. De esta forma evitarás posibles malentendidos en un futuro pues tu pareja sabrá exactamente lo que significas para él o ella.
Advertencias
Pasos
1. Determina de dónde proviene tu miedo exactamente. La mayor parte de la gente no tiene miedo al matrimonio en sí, sino a sus implicaciones y a su posible destrucción. ¿Qué piensas que puede cambiar?, ¿Qué es lo peor que puede pasar? Una vez identificado, puedes conversar con tu pareja acerca de ello y tratar de sobrellevar la situación juntos.
2. Nombra tus miedos. Si tus padres tuvieron un mal matrimonio, entiende que cada matrimonio es diferente y que si su matrimonio falló, no implica que el tuyo también vaya a fallar. Si la separación te preocupa, haz una lista de tu mente de lo que puedas hacer para que tu matrimonio funcione. Imagina las diferentes posibilidades e imagina lo que harás en cada situación específica para hacer que las cosas vayan mejor.
3. Habla de tu problema con otras personas casadas. Consulta a cualquiera que haya tenido un matrimonio exitoso para que te mencione cuál es su secreto. Usualmente es algo como "No tomamos en cuento los pequeños malos hábitos de la otra persona". Pero más que todo, expresa tus sentimientos hacia tu pareja. Esta es la oportunidad perfecta para ejercitar las habilidades de comunicación que serán esenciales para que una relación saludable dure por mucho tiempo.
4. Decide si es que tú has escogido a la persona con la que deseas compartir el resto de tu vida. ¿No? ¿Has sido escogido(a) y ahora te encuentras bajo la presión de casarte? Puede que no tengas miedo al matrimonio, más bien, miedo a casarte con "esta persona". Una buena pastilla de sabiduría para recordar es que no debes casarte con la persona con la que puedes compartir el resto de tu vida; debes casarte con la persona sin la cual no imaginas tu vida en un futuro.
5. Comprender que el componente de toda persona lleva un matiz de virtudes y defectos y empieza por amar los defectos de tu pareja, escribe historias sobre las posibles situaciones que se pueden generar a causa de estos defectos. Realiza este ejercicio con tu pareja como una forma de entretenimiento, así ambos tendrán una idea clara sobre la forma en la que tu otro yo te ve. Realiza este ejercicio, pero se cuidadoso de no lastimar a la otra persona, el objetivo es superar juntos aquel que fue siempre un problema para ti, no queremos generar un problema antes que la aventura del matrimonio comience.
6. Piensa acerca de los detalles del matrimonio que son importantes para ti y para tu media naranja. Piensa en lo que el matrimonio te proporciona que no tendrías de otra manera y los cambios que tendría tu vida en caso que esto ocurriera. Si enfrentas honestamente lo que significa casarse o mantenerse solteros, tu percepción acerca del matrimonio se ampliará y verás si es lo que quieres para ti y para tu otra mitad.
7. Comprende que no van a vivir en armonía cada segundo del día mientras estén casados. Ninguno de los dos es perfecto. Si estás esperando casarte con esa persona con la cual todos los días son arcoíris y chocolate, nunca te establecerás o te casarás porque nadie puede proporcionar una vida ideal a otra persona. El matrimonio es trabajo duro y toma una vida entera el completarlo. Demasiada gente se casa pensando en que si las cosas se ponen malas, simplemente correrán al juzgado a pedir el divorcio y a empezar todo de nuevo. Prepárate para los baches que encontrarás en el camino y no te sorprendas demasiado cuando los pases sin problemas.
8. Planea tu vida. Siéntate y establece bien las cosas antes de casarte. ¿Van a tener hijos? ¿Cuántos? ¿Quién va a manejar el dinero? ¿Ambos van a trabajar? ¿Cuánto van a ahorrar para su retiro? ¿Dónde van a vivir? ¿Quién se ocupa de qué en general? Estas son la clase de dificultades prácticas con las que se encontrarán en el día a día.
No trates de buscar las respuestas de la forma difícil cuando ya tienes un aro en tu dedo. Lo mejor es preveer un futuro conflicto y prevenirlo. Si tienes una relación saludable, la planeación anticipada te llevará a tener una mejor idea de los problemas que podrían tener en un futuro.
Consejos
· Las tres principales causas de divorcios están relacionado con el dinero, la religión y los niños, en ese orden. Haz lo mejor que puedas por adelantado para que puedas estar en sintonía lo máximo posible. Mientras más sepas acerca de tu pareja en esos niveles, menores serán las sorpresas que tendrás cuando te cases.
· Los desacuerdos son normales en cualquier relación. Es saludable tenerlas y se puede aprender mucho de ellas. Haz tu mejor esfuerzo escuchando el punto de vista de la otra persona y su punto de vista acerca del amor y el respeto.
· Ten en cuenta que no todos los matrimonios son exitosos. No todas las opciones son las correctas, pero es cierto que muchas lo son.
· Considera que si dejas que tu miedo al matrimonio se apodere de ti, no te establecerás y permanecerás sin casarte durante toda tu vida. Esto no es malo en si; lo que importa es que sea lo que tú realmente deseas.
· Considera seriamente asistir o tomar consejería prematrimonial con tu otra mitad. La información y la discusión franca con un profesional como tercera persona puede ser una ayuda invaluable a la hora de tomar la decisión final.
· Date cuenta de la suerte que tienes de poder escoger con quien te casarás, mucha gente en el mundo no tiene esta opción.
· Tener relaciones sexuales fuera del matrimonio llevan a una devaluación de las relaciones dentro del matrimonio. El principio de vivir sin sexo fuera del matrimonio desarrolla confianza en tu pareja y el sentido de ser único en el mundo para otra persona. De esta forma evitarás posibles malentendidos en un futuro pues tu pareja sabrá exactamente lo que significas para él o ella.
Advertencias
Si no puedes deshacerte de tu miedo al matrimonio, hazle saber a tu pareja como te sientes al respecto. Es cierto que corres el riesgo de perder tu relación haciendo esto, pero es mejor que se sepa temprano, que tarde darte cuenta cuando ya te encuentres en un mal matrimonio. Sin embargo, no te cases si sientes que estás siendo, de alguna manera, forzado(a) a hacerlo. Esto solamente significará miseria y tristeza para ambos.
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