Una razón por la cual la pornografía es más atractiva para las esposas que los esposos es por su capacidad para una retribución secreta.
Una mujer frustrada y adolorida en sus 20s le escribe a Enfoque a la Familia: “Soy adicta a la pornografía... Me es frustrante ver que hay tanta ayuda para hombres. ¿Hay algún artículo o estudio para gente como yo?” Su búsqueda no será infructuosa, pero tampoco tan fructuosa como la de un hombre. Actualmente, las razones por las cuales los hombres buscan la pornografía se conocen mejor, se comentan más y son más públicas que las razones por las cuales las mujeres y las esposas buscan pornografía.
La monotonía de los siete años
Las razones, por supuesto, se traslapan. Dos de ellas son el aburrimiento y el dolor. Puedes llamarle la monotonía de los siete años del matrimonio, (lo que en inglés se llama “seven-year itch”), si quieres, pero el hecho es que eventualmente la calidez del hogar empieza a disminuir hasta en los mejores matrimonios. Nos aburrimos de las fortalezas y de las debilidades de nuestras parejas. Y para algunas, esta familiaridad da lugar a una infidelidad virtual. El dolor hace que ambos sexos busquen fuentes rápidas y convenientes para salvarlos, y entre más profundo sea el dolor, más lejos vamos para hacer que desaparezca.
La soledad afecta los corazones de esposos y esposas a la vez, pero tiende a irse más profundo en las mujeres. Esta es una de las razones por las cuales las esposas se sienten seducidas por la “emo-pornografía”, una infidelidad virtual que satisface más emocionalmente antes de físicamente. Pero como el agua salada, produce una sed mayor. Con la emo-pornografía, los hombres de las fantasías se desempeñan maravillosamente entre las sábanas de conversación, comprensión emocional así como destreza emocional. La mayoría de los hombres de carne y hueso no se comportan como en las telenovelas y novelas románticas. Así como las mujeres se quejan de la artificialidad creada por la pornografía en Internet, los hombres deberían quejarse cuando se les compara con los hombres artificiales de las telenovelas. ¿No es interesante como siempre tienen trabajos emocionantes? En un mundo real, donde los hombres reales se desgastan en cantidad tratando de salir adelante, que se espere que se comporten como hombres ficticios es más que incorrecto. Es cruel.
La emo-pornografía crea caricaturas en las mentes y corazones de las esposas. La mayoría de los hombres no son, y no pueden ser, tan atentos, especialmente en un matrimonio en el que las responsabilidades pesan fuertemente sobre ellos. Los esposos resultan indiferentes y poco amorosos cuando se comparan con los románticos galanes de las telenovelas, chat rooms, periodicuchos de farándula y novelas románticas. Y de esta forma nace y se alimenta la insatisfacción marital secreta que va en aumento hasta convertirse en avalancha.
La venganza
Una razón por la cual la pornografía es más atractiva para las esposas que para los esposos es por su capacidad para dar retribución secreta. Por medio de jugueteos secretos con otros hombres, las esposas dicen sentirse que se “han vengado” de sus esposos por causarles daño y por comportamientos que hicieron o no hicieron. Es una forma pasivo-agresiva de manejar el conflicto sin tener que realizar la ardua labor de crear una solución.
La infidelidad virtual de una esposa es menos visible y más secreta, haciéndola más difícil de exponer y de curar. Hay estadísticas sorprendentes para apoyar este argumento: Las mujeres se sienten más atraídas que los hombres por los chat rooms y las relaciones ilícitas, que por las imágenes visuales de la pornografía, aunque la pornografía visual sigue siendo tentadora (Casi el 30% de quienes visitan las páginas web pornográficas son mujeres). Y las mujeres tienden, mucho más que los hombres, a realizar sus comportamientos en la vida real, como por ejemplo teniendo múltiples parejas, sexo casual, hasta amoríos. El 70% dicen mantener sus actividades cibernéticas en secreto.
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