La
ceremonia del matrimonio no trae felicidad automática, amar y vivir con su
cónyuge requiere un darse de sí mismo diariamente para el bien del otro. Dios
creó al hombre y a la mujer para esta entrega mutua, es obvio que las mejores
instrucciones y el mejor consejo para el matrimonio se encuentran en la Biblia.
Con el fin de encontrar la felicidad plena en el matrimonio los cónyuges tienen
que trabajar juntos para armonizar sus diferencias mentales, espirituales,
emocionales, y físicas en una sola unidad.
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