Ama a tu Esposa
El verdadero amor no es un sentimiento; es una decisión. Amar es la
voluntad de ser paciente, amable, humilde, halagüeño, caritativo, fiel y
confiado. Cuando te comprometes a amar a tu esposa de esta manera, tus
sentimientos por ella y los de ella por ti llegarán por añadidura. Amar a tu
esposa activamente fortalecerá radicalmente tu matrimonio y también será
increíblemente beneficioso para tus hijos. La fuente principal de seguridad
para los niños es saber que su padre ama a su madre y que está firmemente
dedicado a procurar el bienestar de ella.
Pasa Tiempo con tus Hijos
Lo que decides hacer con tu tiempo refleja aquello a lo que das
importancia. Si valoras a tus hijos, querrás estar con ellos. No tienes que
esperar el momento perfecto. No tiene que ser cuando estés de vacaciones o una
de esas tardes que no tienes trabajo. En vez de esperar, aprovecha esos ratitos
que surgen a lo largo del día. Entre un compromiso y otro, llama a tus hijos
para saludarlos; envíales un mensaje por correo electrónico, lee con ellos
antes de que se vayan a dormir; saca unos minutos para ayudarlos con sus
deberes de la escuela; desayuna con ellos y llévalos a la escuela. Captura cada
momento que puedas pasar con tus hijos.
Sé un Modelo de Conducta
Es imposible subestimar la importancia de que un padre modele el tipo de
conducta que desea ver en sus hijos. Los modelos no solo mencionan lo que un
hombre honorable debe hacer, predican con el ejemplo. Un buen punto de comienzo
es ser consecuente. ¿Cumples tu palabra? ¿Respaldas lo que está correcto,
aunque te cueste? ¿Eres confiable? ¿Eres leal en tus relaciones? Compórtate
como quieres que tus hijos se comporten.
Comprende a tus Hijos y Disfruta su Compañía
Al igual que tú, cada niño tiene un ADN único, huellas únicas y
personalidad única. Para ser el mejor padre posible necesitas comprender a tus
hijos como individuos. ¿Qué piensan tus hijos? ¿Qué les gusta o les disgusta?
También deberás saber qué es lo que más necesita de ti cada uno de ellos. Es
posible que uno necesite estímulo, mientras que del otro conseguirás más si te
muestras afectuoso. Esta comprensión crucial la adquirirás solamente si te comprometes
a llegar a conocerlos. Por otra parte, recuerda que tus hijos crecen rápido; sencillamente,
disfruta de su compañía. No te apures por verlos llegar a la próxima etapa de
su desarrollo. Diviértete con ellos y crea recuerdos para toda la vida.
Expresa tu Cariño
Los niños ansían tener un lugar seguro dentro de este mundo acelerado.
Ese refugio lo encuentran más a menudo en el tibio abrazo de uno de sus
progenitores.
A medida que crecen también crece su necesidad de ser aceptados y de
experimentar un sentido de pertenencia. Esa necesidad se satisface cuando un
padre ofrece un abrazo
o una palabra amable y expresa su valoración y su amor. Pero las
muestras de afecto no tienen por qué detenerse ahí. Asegúrate de decir “Te amo”
todos los días.
Asegura el Futuro Financiero de tu Familia
La tensión que crea una situación financiera precaria es una de las
causas principales del rompimiento de las familias. Para que tu familia se
mantenga unida tienes que procurarle una posición fuerte, tienes que apuntalar
tus finanzas. En primer lugar, aborrece las deudas.
Haz todo lo que puedas para liquidarlas tan pronto como te sea posible.
Después, asegúrate de preparar un presupuesto que no solo recorte gastos sino
que te permita ahorrar y compartir con los necesitados. Adquiere los seguros
adecuados. Por último, asegúrate de vivir de acuerdo con estos principios de
frugalidad y enseñárselos a tus hijos.
Siéntense Juntos a la Mesa
La mayoría de los niños de hoy día desconocen lo que significa una cena
en familia. Sin embargo, la comunicación y la unidad que se fomentan durante
ese momento son esenciales para una vida familiar sana. Compartir juntos la
hora de la comida – sea desayuno, almuerzo o cena – ofrece estructura a un
horario de ordinario ajetreado. También proporciona a los niños la oportunidad
de hablar sobre sus vidas. Es un momento para que los padres los escuchen, los
aconsejen y los estimulen. Sin embargo, lo más importante es que es una
oportunidad de estar juntos a diario.
Imparte Disciplina con Amor
La verdadera disciplina es una función del amor de un padre por sus
hijos, por lo mismo, nunca debería ser severa ni agresiva. El papel de la
disciplina no es intimidar ni destruir sino moldear y corregir. La disciplina
debería administrarse en privado, y tú y tu esposa deben estar de acuerdo en
cómo hacerlo. Esfuércense por ser consecuentes.
Oren y Rindan Culto Juntos
Las familias que llevan una vida de oración sana y se toman en serio el
culto a Dios, contribuyen muchísimo a que sus hijos entiendan que existe una
Autoridad Suprema en sus vidas, una Autoridad que establece principios morales
indiscutibles para regir sus vidas. Todo niño tiene que saber que existe lo
correcto y lo incorrecto, el mal y el bien. Vivir de acuerdo con la autoridad
de Dios les inculcará ese conocimiento.
Nunca Dejes de ser Padre
En la vida de todo
padre llega el día en que debe dejar atrás las actividades juveniles que
fomentaban el vínculo con sus hijos. A medida que les otorga libertad para que dirijan
sus vidas, un buen padre se da cuenta de que dejarlos en el dormitorio de la universidad,
en la orilla del altar o llevarlos a su primer trabajo no significa abandonarlos.
Continuará estimulándolos, aconsejándolos y transmitiéndoles su sabiduría por
siempre.
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