“4 El amor es paciente, es bondadoso.
El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. 5 No se comporta
con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. 6 El amor no se deleita en
la maldad sino que se regocija con la verdad. 7 Todo lo disculpa, todo lo cree,
todo lo espera, todo lo soporta. (1Corintios 13:4-7)
Bienaventurados son el
esposo y la esposa que continúan afectuosos, considerados y amantes después que
las campanas nupciales han dejado de sonar.
Bienaventurados son el
esposo y la esposa que son tan condescendientes y corteses el uno con el otro
como son con sus amigos.
Bienaventurados son los
matrimonios que tienen buen sentido del humor, porque este atributo será un
medio disponible para absorber el impacto de los embates de la vida.
Bienaventurados son los
matrimonios que se abstienen del uso de bebidas alcohólicas.
Bienaventurados son los
que aman a su cónyuge más que a ninguna otra persona en el mundo y que
alegremente cumplen su promesa matrimonial de fidelidad y de ayuda mutua por
ambas partes.
Bienaventurados son los
que llegan a ser padres, porque los hijos son la herencia del Señor.
Bienaventurados son
aquellos que dan gracias a Dios por el alimento antes de participar de él y que
separan algún tiempo cada día para la lectura de la Biblia y la oración.
Bienaventurados son
aquellos cónyuges que nunca se hablan uno al otro en voz alta y que hacen de su
hogar un sitio donde nunca se oye una palabra desalentadora.
Bienaventurados son el
esposo y la esposa que fielmente asisten a los cultos de adoración de la
iglesia y que trabajan juntos en la congregación para el crecimiento del Reino
de Cristo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario