La forma en que concebimos la vida es un factor determinante en la sexualidad. Los cambios ocurridos en las últimas dos décadas no sólo cambiaron la forma en que la población vive el sexo, sino también que originó nuevas alteraciones sexuales.
Tal es el caso de la eyaculación retardada, que es la situación en la cual el varón logra excitarse, consigue una buena erección, pero no es capaz de desencadenar el reflejo eyaculatorio, y si lo logra, es tardíamente.
Muchos de estos hombres, ante la tensión que generan por no poder acabar con el acto sexual, recuren a varias maniobras. Por un lado, algunos fingen que terminan, otros siguen intentándolo hasta que pierden la erección y por ende acaba el acto sexual sin eyaculación. Otros solo pueden terminar con estimulación manual.
Todas estas situaciones colocan a la pareja en una disyuntiva muy difícil que la induce a intentarlo una y otra vez, con grandes fracasos en cada intento.
Para la mujer, la situación también es incómoda. Ella ya terminó su respuesta sexual y el varón continuo con sus embestidas pélvicas tratando de eyacular. Pasa tanto tiempo que la lubricación vaginal desaparece y los movimientos de penetración se vuelven dolorosos hasta el punto que puede ser ella la que le manifieste al varón que "algo anda mal".
Hoy sabemos que más de la mitad de los varones que padecen de una eyaculación retardada o ausente tienen problemas hormonales de fondo. La otra mitad son hombres que están tan preocupados porque su pareja disfrute el acto sexual, que retrasan la eyaculación hasta un punto en que esta sencillamente desaparece.
Se ha descrito algunos casos donde la eyaculación retardada o ausente se presenta sólo con una pareja y no con otras personas. También se ha descrito en ciertas situaciones apremiantes y no en ambientes tranquilos, pero siempre está como una sombra en la mente del varón, que teme no poder funcionar adecuadamente ante una nueva relación sexual.
Los tratamientos son simples, sencillos y van precedidos de una serie de preguntas y exámenes que nos permiten dilucidar la causa, para instaurar la solución.
El Dr. Mauro Fernández Sandí es Médico Cirujano, Ginecólogo Obstetra, Sexólogo y Educador.
Fuente: http://www.geosalud.com/
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