Aunque ya han transcurrido un y medio meses del año, todavia faltan diez y medio, consideramos prudente publicar este edificante y siempre oportuno articulo de nuestra amada Fior, por que nunca es tarde para establecer, reforzar, reestructurar o reiniciar el proyecto de familia.
Estamos entrando en un nuevo año, y es propicia la ocasión para preguntarnos: ¿Qué metas hemos trabajado, Cuáles nos faltan, Qué cambios se han producido?
¿Qué proyecto de hijos e hijas queremos construir? ¿Cómo nos divertimos?
¿Cómo es la organización en la familia, para que cada miembro comparta las responsabilidades?
¿Cómo es la comunicación, el respeto, el afecto, la consideración en nuestra familia?
La mayoría de los padres de familia se lamentan de que pasaron poco tiempo con los hijos, nadie se lamenta de no haber pasado más tiempo en la oficina. La creciente demanda de la vida actual lleva a los padres a que tengan menos tiempo para dedicarle a la familia y a disfrutar de sus hijos.
Es bueno recordarles a los padres que los hijos no esperan en el estado en que los dejamos, mientras nosotros trabajamos para hacer un dinerito para la familia. Es bueno recordar que sólo se cumple un año una sola vez, y si nosotros los padres no estamos presente en esos eventos será imposible hacerlo después, creándoles un vació que es difícil de subsanar.
Para tener hijos saludables se requiere que Papá y Mamá se unan, formen un equipo y las decisiones importantes en la vida de los hijos puedan ser más prudentes y acertadas si se toman en equipo. Los hijos necesitan sentir que tienen padres en quienes confiar, que saben orientarlos ante la incertidumbre, protegerlos del peligro, respaldarlos cuando se sienten débiles.
Desde que somos padres el proyecto más importante es la “familia” que debemos cuidar y querer, y para tener éxito en este proyecto se requiere de una consagración continua y permanente.
Si los padres no dedicamos el tiempo suficiente para que este proyecto salga bien, el precio que se paga es muy alto y no se compara con ningún éxito profesional.
Al final de la vida lo que perdura es el amor que se ha dado y quien mejor para decirlo que los hijos.
¿Qué proyecto de hijos e hijas queremos construir? ¿Cómo nos divertimos?
¿Cómo es la organización en la familia, para que cada miembro comparta las responsabilidades?
¿Cómo es la comunicación, el respeto, el afecto, la consideración en nuestra familia?
La mayoría de los padres de familia se lamentan de que pasaron poco tiempo con los hijos, nadie se lamenta de no haber pasado más tiempo en la oficina. La creciente demanda de la vida actual lleva a los padres a que tengan menos tiempo para dedicarle a la familia y a disfrutar de sus hijos.
Es bueno recordarles a los padres que los hijos no esperan en el estado en que los dejamos, mientras nosotros trabajamos para hacer un dinerito para la familia. Es bueno recordar que sólo se cumple un año una sola vez, y si nosotros los padres no estamos presente en esos eventos será imposible hacerlo después, creándoles un vació que es difícil de subsanar.
Para tener hijos saludables se requiere que Papá y Mamá se unan, formen un equipo y las decisiones importantes en la vida de los hijos puedan ser más prudentes y acertadas si se toman en equipo. Los hijos necesitan sentir que tienen padres en quienes confiar, que saben orientarlos ante la incertidumbre, protegerlos del peligro, respaldarlos cuando se sienten débiles.
Desde que somos padres el proyecto más importante es la “familia” que debemos cuidar y querer, y para tener éxito en este proyecto se requiere de una consagración continua y permanente.
Si los padres no dedicamos el tiempo suficiente para que este proyecto salga bien, el precio que se paga es muy alto y no se compara con ningún éxito profesional.
Al final de la vida lo que perdura es el amor que se ha dado y quien mejor para decirlo que los hijos.